¿Qué es?
La preeclampsia es una complicación grave del embarazo que se caracteriza por presión arterial alta (hipertensión), presencia de proteínas en la orina (proteinuria), así como daño en otros órganos como riñón e hígado. Afecta aproximadamente al 5-8% de los embarazos a nivel mundial, siendo la causa de más de 76.000 muertes maternas y 500.000 muertes infantiles cada año [1].
El principal problema de esta enfermedad es que, aunque tiene su origen en el inicio del embarazo, sus síntomas no empiezan a manifestarse hasta final del segundo o tercer trimestre en mujeres cuya presión arterial había sido normal hasta entonces. Una vez se manifiesta, las medidas para paliarla son muy poco efectivas y la única cura definitiva es poner fin al embarazo a través del parto de la placenta, y, por tanto, del bebé, independientemente de la semana de embarazo, contribuyendo al incremento del parto prematuro, un grave problema que afecta a 1 de cada 10 nacimientos.
¿Cuáles son las causas?
Aunque las causas exactas de la preeclampsia no se conocen completamente, la investigación liderada por la Dra. Tamara Garrido en la Fundación Carlos Simón ha revelado que la decidualización defectuosa o resistencia a decidualizar del endometrio podría ser un factor significativo [2]. La decidualización es el proceso mediante el cual el revestimiento del útero se prepara para el embarazo. En mujeres con preeclampsia, este proceso es defectuoso, lo que sugiere una contribución uterina a la enfermedad.
¿Cuáles son los riesgos para la madre?
La preeclampsia puede provocar complicaciones graves para la madre, como:
- Eclampsia: una condición que causa convulsiones y coma.
- Síndrome HELLP: una afección que daña el hígado, los glóbulos rojos y las plaquetas.
- Insuficiencia renal: cuando los riñones dejan de funcionar correctamente.
- Desprendimiento prematuro de placenta: cuando la placenta se separa de la pared uterina antes de tiempo.
¿Cuáles son los riesgos para el feto?
La preeclampsia también puede poner en riesgo al bebé, causando:
- Restricción del crecimiento fetal: cuando el bebé no crece lo suficiente en el útero.
- Parto prematuro: cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de gestación.
- Muerte fetal: en casos graves, la preeclampsia puede provocar la muerte del bebé.
Tratamiento
En la preeclampsia no existe una cura definitiva; el tratamiento principal se centra en controlar los síntomas y la enfermedad hasta que sea seguro dar a luz. Las medidas varían según la gravedad:
- Control de síntomas: Se pueden recetar medicamentos para bajar la presión arterial y prevenir convulsiones. También se recomienda reposo en cama y monitorización constante.
- Parto: El nacimiento del bebé es la única solución definitiva para la preeclampsia, ya que la placenta es la causante de la enfermedad. En casos graves, puede ser necesario inducir el parto de forma precoz para proteger la salud de la madre y el bebé.
Diagnóstico
Aunque existen medidas preventivas, su efectividad depende de la detección precoz del riesgo de padecer preeclampsia antes de que aparezcan sus síntomas. Actualmente, la evaluación del riesgo se basa principalmente en los antecedentes de la paciente y marcadores analíticos. Sin embargo, numerosas pacientes no se identifican con efectividad. Por ello, se están poniendo muchos esfuerzos en encontrar un método efectivo para la detección precoz de preeclampsia, y así prevenirla y tratarla lo antes posible. Encontrar la forma de diagnosticar la preeclampsia en las primeras semanas del embarazo es imprescindible para reducir la mortalidad y morbilidad asociadas tanto en la madre como en el bebé.
Avances en la investigación sobre la Preeclampsia
La Fundación Carlos Simón, a través de la línea de investigación en preeclampsia liderada por la Dra. Tamara Garrido, está realizando importantes avances en la comprensión de esta enfermedad y el desarrollo de nuevos tratamientos. La Dra. Garrido y su equipo están investigando las causas de la preeclampsia y buscando biomarcadores que puedan ayudar a identificar a las mujeres en riesgo de desarrollar la enfermedad antes de manifestarse sus sintomas. También están desarrollando nuevas terapias para prevenir y tratar la preeclampsia de manera más efectiva.
Para más información, puedes visitar: https://fundacioncarlossimon.com/investigacion/contribucion-materna-en-el-origen-de-la-preeclampsia/
Referencias:
1. WHO recommendations for prevention and treatment of pre-eclampsia and eclampsia. https://www.who.int/publications/i/item/9789241548335
2. Garrido-Gomez, T., Dominguez, F., Quiñonero, A., Diaz-Gimeno, P., Kapidzic, M., Gormley, M., Ona, K., Padilla-Iserte, P., McMaster, M., Genbacev, O., Perales, A., Fisher, S. J., & Simón, C. (2017). Defective decidualization during and after severe preeclampsia reveals a possible maternal contribution to the etiology. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 114(40), E8468–E8477. https://doi.org/10.1073/pnas.1706546114